No hay solo una mujer que me haga temblar y que haga plantearme lo que soy y lo que puedo llegar a ser. Hay muchas. Y todas están cerca de mi. Son mi familia.
Somos cuatro hermanas, hijas de una mujer sobresaliente con dos hermanas también. Mi abuela materna era la mayor de tres mujeres estupendas. Tengo dos hijas, cinco sobrinas y un sobrino. Nuestras profesiones son diversas y, aunque algunas de nosotras tuvimos ciertas objeciones a la hora de elegir nuestra formación universitaria, podemos decir que hacemos lo que nos gusta. Tenemos, en presente porque seguimos en ello, la formación que queremos.
Nuestros gustos son diferentes, tanto, que a veces no parecemos hermanas. ¿No? Claro que sí. La vida nos va modelando y el hecho de convivir con otras personas te aporta esas características que nos van a diferenciar a unas de las otras. Pero todas estamos ahí. Y mantendremos la puerta abierta a la llamada de la hermana, de la familia.
Por supuesto que hay mujeres en el mundo que me impresionan. Mujeres con las que me gustaría trabajar, disfrutar y reir. Pero... Ya lo hago con las que quiero y tengo al lado. ¿Qué más quiero?
Por supuesto que hay mujeres en el mundo que me impresionan. Mujeres con las que me gustaría trabajar, disfrutar y reir. Pero... Ya lo hago con las que quiero y tengo al lado. ¿Qué más quiero?
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